Los padres de los hermanos Reyes murieron hace años y Juan ha tenido que cuidar de sus hermanos como un padre, a veces con demasiada obsesión y continuos enfrentamientos con sus hermanos, Óscar y Frank.

Lidia, la hermana pequeña, es el ojo derecho de todos y acata todas las órdenes de su hermano Juan hasta que cae enamorada, nada menos, que de un hombre treinta años mayor que ella. Se trata de Bernardo Elizondo, empresario, casado y con tres hijas (Norma, Sara y Lucía).

En casa de los Elizondo la situación es muy tensa con la vida paralela de su patriarca y los planes del prometido de su hija mayor, Fernando Ribas, cuya ambición le lleva a actuar a las espaldas de su yerno, que le descubre y quiere que desaparezca de sus vidas.

Lidia y Bernardo sufren un trágico accidente de coche el mismo día en el que Juan quiere pedirle a Elizondo que deje de ver a su hermana y los dos mueren tras el fatídico suceso. La Policía cierra el caso al no haber indicios de que pudiera haber sido provocado.

Juan llegará a la finca de las Elizondo al no estar convencido de la conclusión policial, para vengar la muerte de su hermana, pero, ¿son ellas las culpables? ¿provocó Sofía el accidente en un ataque de celos?