Zulema descubre la verdadera identidad de su, hasta ahora, aliada Helena. Debido a su propio carácter y su reputación, no puede permitir que nadie la engañe, por lo que se cobra su venganza grapándole los parpados sin ningún tipo remordimiento. Fabio, por su parte, se encuentra muy preocupado por la situación que está viviendo su antigua compañera y sufre por ello.
Macarena, mientras tanto, se mantiene ilusionada con la idea de escapar de prisión, promesa que Fabio le hizo. Para ello, necesitan conseguir el dinero robado que Zulema tiene escondido en Marruecos para huir juntos y empezar una nueva vida. Lo que ambos desconocen es que Zulema está preparando un nuevo plan para escapar de Cruz del Sur.
Gracias al plan de Macarena, Anabel está castigada en aislamiento. La vida de las presas debería ser mucho más fácil sin ella, pero la ausencia de poder en la cárcel provoca un fuerte descontrol y una afluencia de problemas. La única que está al margen de todo esto es Sole, que está completamente obnubilada por su vis a vis.
En cuanto a la investigación por la desaparición de Amaia, siguen pasando los días sin encontrar más información sobre su paradero. Las cosas se complican y, cada vez, se hace más difícil pensar que pueda seguir viva. La forma de encontrar una solución más rápida es interrogar a Susana y a su marido.