Mientras Madrid se convulsiona en los meses precedentes a la Guerra Civil, Sira vive un agitado romance de la mano de Ramiro. Es entonces cuando su madre Dolores le presenta a Gonzalo, su padre, del que hasta entonces no ha sabido nada. Este, próspero hombre de negocios y pudiente, le entrega a Sira dinero y joyas como ayuda económica. En ese momento, Ramiro incita a Sira a dejar Madrid y marchar a Tánger, una ciudad llena de posibilidades. Le propone una vida soñada y un prometedor negocio. Sira, enamorada, decide marcharse con él, persiguiendo esos castillos en el aire.