Macarena intentó recular en su intención primera de abortar, pero Anabel ya le ha conseguido la píldora abortiva y quiere cobrarse el favor de inmediato. Parece que se le ha agotado la paciencia con su compañera de celda, pero es consciente de que no es el mejor momento para jugársela: todos los funcionarios están alerta en busca y captura de la presa que introduce droga en el penal.

Además, la directora de la prisión sospecha que a Tere le han estado pasando heroína y que la responsable es precisamente Anabel, pero no lo puede probar. A partir de ahora la alerta es máxima.

Nuestra protagonista de Vis a vis recibe la visita de sus padres y decide confesarle que está embarazada. Aunque Macarena intenta aparentar normalidad, a Leopoldo y Encarna no les encaja nada lo que les está contando su hija. Pero por si la situación no fuera ya lo suficientemente complicada, Rizos se planta en la mesa en la que se encuentra Macarena con sus padres y, con su particular verborrea, comienza a contarles la historia que le une sentimentalmente a Macarena.

Por su parte, Saray ha aceptado casarse para evitar así que su familia la eche del poblado gitano por no cumplir con sus tradiciones. El que debería ser el día más feliz puede convertirse en una auténtica pesadilla. Y es que aparte de ser lesbiana y no estar enamorada de su futuro marido, Saray no es virgen, lo que implica que todo puede irse al garete cuando se enfrente a la costumbre gitana de la prueba del pañuelo.