Alberto ha conseguido las fotografías en las que Patricia besa a Jonás detrás del taller y las va a utilizar para chantajear a su hermana y conseguir sus acciones. Si ella no cede, Valentín sabrá lo que tiene con el dependiente y se anulará la boda.

Los planes de Alberto están claros: quiere vender las galerías a Cafiero y hacer que Ana pueda cumplir su sueño y ser diseñadora brillando con luz propia y sin obstáculos con sus creaciones. Si consigue hacerlo, el todavía director se iría para siempre.

Cristina no ha sido capaz de capitalizar su embarazo y su estado ha provocado todo lo contrario, porque ahora tiene muy pocos apoyos y eso hace que piense, incluso, en acabar con su vida. ¿Impedirán que la mujer de Alberto cometa una locura?

Los que también tienen un problema con los asuntos de paternidad son Pedro y Rita, aunque él hará todo lo posible por dejarla embarazada. Mientras tanto, Patricia intenta que todo salga bien y la boda que tanto le interesa pueda seguir adelante, a pesar de su hermano y su suegra.