Ya es el cuarto traductor de la escuela que aparece asesinado de forma realmente cruel, la ciudad está a punto de actuar contra los judíos por lo que Rodrigo tiene que tomar cartas en el asunto para evitarlo y así ejecutar a Abraham, quien da con la clave de la investigación para poder averiguar quién ha sido y es que el cuarto cadáver es de un judío por lo tanto no tendría sentido que hubiesen sido ellos quienes lo estuviesen haciendo.

Rodrigo mientras tanto está bastante indignado y dolido con su rey porque la otra noche no quiso recibirle, pero lo que no sabe es que realmente no pudo hacerlo porque sufrió un ataque al corazón. Alfonso X no ha dicho nada ya que coincide con unos momentos en los que la corte tiene que mostrarse fuerte.

Por otro lado, el Duque Miranda y es Arzobispo Oliva siguen en busca del misterioso libro que andan buscando y está desaparecido de la Escuela de Traductores, es decir, alguien lo ha sacado sin que nadie se entere de la escuela.

El rey Alfonso X decide ceder la espada que le dio su padre a su hijo Fernando, el cual al recibir tal obsequio con gran valor sentimental de la familia, jura ser responsable con ella y con lo que representa la misma. Pero Fernando es un desastre y pronto olvida lo que dice, y tras acostarse con una linda doncella olvida la espada en su cuarto, que tendrá que recuperar inmediatamente o si no enfrentarse a la decepción de su padre.