Así es Pilar Muñiz de Solaruce:

Metódica, práctica, responsable, un manojo de nervios bajo control. La mano derecha de la duquesa de la Victoria en la organización de las Damas Enfermeras; bastó una indicación suya para que esta señorita abandonase las comodidades de su casa para acudir a primera línea de combate y allí hacerse cargo de la subdirección del hospital.

Perfeccionista hasta sentirse culpable del más mínimo fallo, no disfruta en las fiestas sino en los números, que apunta en una libreta que siempre va con ella. Es viuda reciente: un tranvía atropelló a su marido, aunque ese matrimonio a duras penas tapó la herida del plantón que en el mismo altar le dio el amor de su vida, al que una carambola de la vida va a destinar al mismo hospital de Melilla.