Nacido en una humilde familia marroquí, Larbi adora conducir su ambulancia y sentirse útil salvando vidas. Se encuentra dividido entre dos mundos: por un lado está sirviendo al Ejército español y con ello se gana la enemista de los suyos, pero muchos de esos españoles le consideran inferior llamándole despectivamente “moro”. Sólo Magdalena le trata con respeto y se siente interesada por su mundo y sus costumbres. Junto a ella se siente feliz porque para él la joven lo tiene todo: es inteligente, cultivada, bondadosa… pero la diferente clase social a que ambos pertenecen los separa.

Por si fuera poco, a Magdalena le espera un novio rico en Madrid. Pese a todo, Larbi se enamorará perdidamente de ella.