Carmen siempre ha antepuesto su carrera profesional a su familia, lo que le ha llevado a conseguir grandes resultados en la política, pero también la ha distanciado de sus hijas y su marido. Después de tres legislaturas como alcaldesa de Campoamargo, su siguiente paso es convertirse en diputada de la provincia de Madrid. Sin embargo, sus planes se complican cuando desaparece su hija Ainhoa.

La policía piensa rápidamente que la muerte de la joven puede deberse a una venganza contra su madre, quien debido a su puesto político y su fuerte carácter, acumula varios enemigos en el pueblo.