Tendrán que superar muchos obstáculos por su amor, empezando por la situación polarizada que vive el país en ese momento de intensa represión impuesta por el régimen militar. Gustavo (Gabriel Leone), estudiante de filosofía y hermano de Renato, decide aprovechar que toda la atención del país está dirigida a la final del Mundial de Fútbol para llevar a cabo un ataque contra la constructora Amianto, que por coincidencia pertenece al padre de Alicia, el estricto y conservador Arnaldo Sampaio Pereira (Antonio Calloni).

Rebelde y adelantada a su tiempo, Alicia tampoco acepta las acciones represivas y conservadoras de su padre, y empieza a cuestionarlo. A pesar de ser la novia del joven abogado Víctor (Daniel de Oliveira) desde hace años, ella nunca estuvo cerca de sentir lo que realmente es amar.

Él es el brazo derecho de Arnaldo en la constructora y poco a poco va dejando aflorar su carácter autoritario y posesivo, dispuesto a todo para casarse con la hija de su jefe. Su madre, Cora (Susana Vieira), viene advirtiéndole que Alicia, desde hace mucho tiempo, se comporta demostrando desinterés por la relación. Por eso, presiona a Víctor para que formalice el compromiso antes de que sea demasiado tarde, ya que el matrimonio sería la oportunidad para que Cora recupere el poder financiero de la familia.

Cuando el abogado se da cuenta de que otro hombre ha entrado en la vida de Alicia de una manera que él jamás pudo lograr, deja aflorar lo peor de sí: hipócrita, finge que entiende los sentimientos de Alicia mientras trama un plan para sacar a su rival de su camino. Víctor le cuenta a Arnaldo que ese joven, además de ser pariente de Gustavo, también es responsable del cambio en el comportamiento de Alicia.

Esto hace que el patriarca de la familia Sampaio Pereira una sus fuerzas con Víctor para quitar a Renato del camino. Conspiran para que el joven y su hermano sean acusados de subversión con el propósito de que Renato nunca más vuelva a ver a Alicia. El plan funciona. Las fuerzas de represión detienen a Gustavo, y Renato huye a Chile.

Sin pensarlo dos veces y completamente enamorada, Alicia promete ir a su encuentro, pero espera una carta de su amado para saber a qué lugar y cuándo debe ir. Sin embargo, esa correspondencia nunca llega. Para proteger a Gustavo y apartar definitivamente a Renato de la familia Sampaio Pereira, la madre de los jóvenes, Vera (Cassia Kis), intercepta la carta: a todos los efectos, Renato está muerto.

En este drama romántico, el amor mutuo, intenso y desmedido entre Renato y Alicia tendrá que superar muchas pruebas, pero ni siquiera las rivalidades entre las familias será capaz de aplacarlo. ¿Estarán listos para reanudar ese romance desde el punto donde se interrumpió?