Luisa siempre soñó con administrar el hotel, pero no se imagina que el abuelo vendió el patrimonio familiar sin su consentimiento. Por una ironía del destino, ella se enamora a primera vista de Erick sin saber que él es el nuevo dueño del hotel. Para cerrar su gestión al frente del hotel con gran estilo, Pedrito ofrece una gran fiesta en el Carioca Palace para celebrar los 25 años de su nieta. Sin embargo, un inesperado acontecimiento sorprende a todos los invitados: el dinero de la venta del hotel es robado y Luisa finalmente descubre que Erick es el nuevo dueño.

La joven se siente traicionada por su abuelo y también por su gran amor, sobre todo después de que Pedro acusa a Erick de ser el autor del crimen. Luisa decide afrontar la situación, interrumpe sus estudios universitarios y empieza a trabajar para pagar sus gastos y mantener a su abuelo, algo que nunca había necesitado hacer en su vida. Mientras tanto, quien robó los 40 millones de la venta no puede gastar el dinero para no despertar sospechas.

En realidad, los ladrones son cuatro empleados del propio Carioca Palace quienes nunca pensaron en volverse delincuentes, pero se involucran en el robo millonario porque temen perder sus puestos de trabajo con la venta del hotel y están enfrentando serias dificultades en la vida. Son los siguientes: el recepcionista Arnaldo (João Baldasserini), cansado de la vida mediocre que lleva. Su novia, Sandra Elena (Nanda Costa) camarera del hotel, también cansada de ser pobre y que además cree que está embarazada del recepcionista; el mesero Julio (Thiago Martins), único sostén de su familia; y el conserje Malagueta (Marcelo Serrado), autor intelectual del robo y responsable de convencer a sus compañeros de trabajo valiéndose de su habilidad manipuladora.

Charlatán y manipulador, Malagueta quiere demostrarle a su padre, un convicto –con quien tiene una relación afectiva muy conflictiva–, que puede ser mejor que él. Para capturar a los culpables, la investigadora de policía Antonia (Vanessa Giácomo) dirige el caso. Racional e incorruptible, ella siempre está buscando justicia. Hace de todo para solucionar el misterio pero, por una trampa del destino, termina enamorándose de Julio, el ladrón arrepentido. Sin la valentía para decirle la verdad a Antonia, Julio se entrega a ese romance turbulento y lleno de altibajos que puede complicarlos a ambos.

Por otro lado, María Brisa (Mariana Santos) es una pieza importante en el robo del Carioca Palace. La rica joven alimenta un amor platónico por Erick desde que estudiaron juntos en Europa. Es su mano derecha y también su sombra. El día del delito, María Brisa sorprende sin querer a Malagueta, pero decide no denunciarlo. Su plan es usar el robo para destruir a Erick primero y después extenderle la mano para que él finalmente reconozca su valor como mujer. En "La Trampa", mientras los romances son puestos a prueba, los lazos familiares se fortalecen, las amistades de debilitan y los dilemas personales aparecen, los involucrados en el robo demuestran que son capaces de todo por dinero y, principalmente, para evitar que los descubran.