En el pueblo de Villaveza del Agua, la tiranía de Doña Garibalda continúa pesando sobre la familia Bernardino, impidiéndoles incluso enterrar a sus muertos y arrasando con lo poco que aún les pertenece.

En medio de esta opresión, los conflictos familiares se intensifican y salen a la luz viejas heridas: Garibalda y Atilana, hermanas enfrentadas, arrastran a sus hijos y al pueblo entero en su guerra silenciosa. La tensión alcanza su punto más trágico cuando Braulio, consumido por la desesperación, mata a su hermano Demetrio, ya convertido en una sombra de sí mismo.

Mientras tanto, Baldo decide huir y alistarse en la guerra de Cuba, buscando una salida a su realidad asfixiante. En un giro aún más oscuro, Amparo, con su carácter salvaje e impredecible, asesina al enterrador Agustín, sumiendo al pueblo en un caos del que quizás no logre salir.