Paco y Dolores están bien dentro de lo que cabe tras el atentado en casa de Elisa, a la que han ocultado junto a su hijo en el piso franco. Peñafiel está muy cabreado, eso sí y no se van a librar de una buena reprimenda.

El jefe quiere que le cuenten todo y exige todo tipo de explicaciones, pero todos callan y nadie cuenta nada. Ahora, todos tendrán que hacer piña y buscar una manera para ayudarles a salir de esta.

De pronto, Lucas llama a Paco para advertirle de algo muy grave y es que alguien puede estar jugando sucio desde dentro del Centro Nacional de Inteligencia: "Paco, no confíes en nadie porque hay un topo en el CNI".