El comisario aparta a todos del caso, algo que Lucas se toma muy mal y le dice a Paco que no entiende la actitud de su suegro. Lola le pide una vez más a Sara que recapacite y no sea policía, pero Paco saldrá en defensa de su pequeña, a pesar del miedo que ha pasado en el operativo, para darle una oportunidad.

Tras un control de tráfico detienen a un coche con animales exóticos, que tendrán que llevar con ellos a comisaría porque el conductor huye sin que puedan atraparle. Controlarles no va a ser tarea fácil y la oficina estallará por los nervios de tener mascotas así cerca de ellos.

Paco intenta convencer a Lucas para que hable con Sara, pero ella no quiere saber nada del policía. La tensión es muy palpable y la presión de Paco hace que los jóvenes se sientan más incómodos todavía. ¿Conseguirán hablar como personas normales sobre sus sentimientos?