El padre de Mateo actúa como un seductor por todo el pueblo y eso es algo que al doctor no le gusta demasiado, porque es una apariencia y en realidad no se trata del galán que todos ven paseando por las calles de San Martín. Tiene encanto, le gusta establecer relaciones, pero sus padres no son trigo limpio.

Alfredo sigue yendo a por todas con Julia y quiere pedirle matrimonio, pero es muy tímido y no se le dan demasiado bien los cortejos, así que quizás tiene que ser ella la que tome la decisión y se lance a la piscina para que juntos empiecen en serio una bonita historia de amor juntos.

Mateo se enfrenta a un paciente difícil, porque huele demasiado mal y no consigue dar con el factor que le hace expulsar ese olor. Riqui, mientras tanto, ofrece un curso de socorrismo y Marga se apunta para poder dar un vuelco a su recorrido profesional. ¿Se le dará bien eso de salvar vidas en el agua?