El médico decide abandonar su vida en la gran ciudad y volver a cruzar el charco para regresar a su país. En concreto, elige San Martín del Sella, el pueblo donde veraneaba y disfrutaba de sus vacaciones junto a los suyos en su infancia y cuando era adolescente. Allí, buscará una paz que le será difícil encontrar por el carácter de los vecinos.

En el precioso pueblo de Lastres (Asturias), se desarrolla esta historia en la que encontramos una gran diversidad de personajes. Su tía Juana le recibe con los brazos abiertos cuando un antiguo compañero de estudios consigue para él la vacante de médico en el pueblo y vuelve a casa.

Su mal carácter no resta la profesionalidad con la que atenderá a los vecinos en la consulta, muchos de ellos viejos conocidos para él. San Martín del Sella cuenta con un bar donde desahogarse y su rockero Tom, el tabernero, con una radio local y Carol, la cotilla, al frente. Adriana es la profesora atractiva y amable del colegio de la localidad y que poco a poco se irá ganando el afecto del doctor.