Mientras la historia de amor entre Violeta y Cúper se complica, el cabaret sigue sin funcionar todo lo bien que debería y Don José decide instalarse en el hotel para controlar la situación. Dolores, la dueña del Lolita, no se dejará amedrentar por el zaragozano. Po otro lado, Jota ya no sabe qué hacer con respecto a Greta, las circunstancias lo están superando poco a poco.