Después de que le salvaran la vida, Jin ha cumplido con su palabra y tras pedirle a su padre que devolviera los puestos de trabajo a los miembros del equipo de Carmen, Wan contrata de nuevo a Dolores, Koldo, Irene y Jozé.

Fuera de Sevilla, Cristóbal y Lola han enterrado el hacha de guerra por unos días en Castrofidel y la complicidad es extrema, hasta que se enteran de que su sangre es la misma y que los dos son hijos de Benjumea.

Peio tiene una nueva conquista, pero el problema en la cuadrilla surge por la procedencia de la chica, porque Antxon está convencido de que es de Bilbao, algo que no acaba de gustar al grupo.