Las presas trabajan junto a Macarena para mantener todo bajo control en la prisión, mientras que Zulema se vuelve imprescindible para el inspector Castillo. Después de la muerte del secuestrador, ella es la única que puede ayudarle a dar con el paradero de Amaia.

Por su parte, Anabel sale del aislamiento renovada para vengarse y, además, para retomar el negocio de venta de drogas. Sin embargo, Macarena no está dispuesta a que la presa se salga con la suya, por lo que manda a sus adeptas a que la requisen y la dejen sin nada.

Román encuentra el dinero que ha escondido Zulema en Marruecos, que casualmente, es la misma cantidad que necesita Macarena para llevar a cabo sus planes de fuga. Mientras tanto, Ferreiro tiene una cita con el juez para que se le juzgue por el asesinato de Karim, pero es una salida peligrosa ya que es la perfecta ocasión para intentar escapar.

En cuanto a Rizos, parece ser que ya se ha olvidado de Macarena y ha seguido adelante. Tanto es así que retoma su relación con Saray y, según parece, cuenta con ella para sus planes a largo plazo. Como los favores no llegan solos, Miranda acude al doctor Sandoval, que la intenta seducir a cambio de su ayuda con los inversores.

Para terminar, Fernando quiere pasar más tiempo con Sole y le propone que hable con un abogado, pero ella se niega, lo que desencadena una discusión entre los dos con un desenlace muy inesperado.