Todas las pistas conducen a Vlad. Cuando Lola y Salva se presentan en la biblioteca de la prisión en busca del ejemplar que contiene las letras de las cartas anónimas a Fernando, descubren que sólo están las solapas. El interior del libro ha desaparecido. El último préstamo se encuentra a nombre de Vlad. También descubren que Vlad suele utilizar dispositivos móviles que tira a la basura después de cada llamada, una costumbre bastante sospechosa. Héctor está seguro de que Vlad oculta algo importante y convence a Lola para introducirse en su casa. El problema es que Vlad llega antes de lo previsto...

Por otro lado, las cosas se complican para Pilar cuando una de las jóvenes se pone de parto en el sótano de su local. Además, Rueda descubre el material que traen de vuelta sus camiones gracias a la cámara que había instalado Kaled.

Fernando se ve envuelto en una fuerte pelea en prisión y acaba gravemente herido. Además, recibe una carta del asesino en la que señala a su nueva víctima: un guardia civil.