Kaled se encuentra a una chica herida en mitad de la carretera y decide llevarla al hospital. Cuando Héctor la visita, descubre que tiene tatuada la cabeza de un pit bull con una cifra debajo: 2.000 euros. La joven, que parece haber escapado de una banda que tráfica con mujeres, logra pronunciar un nombre: Vlad, quien vigila a la chica desde fuera del centro médico.

Tras la muerte de Agneska, Rueda decide regalar a Paula el medallón que siempre portaba su mujer. Sin embargo, todo cambia cuando Sergio le revela que su padre conocía la aventura que la rusa mantenía con Pablo y que, cuando la descubrió, perdió completamente los papeles.

Lola investiga los diferentes lugares en los que podrían tener retenidas a las mujeres secuestradas, pero mientras lo hace, desaparece la joven rusa hospitalizada. El almacén del que podría haber escapado se encuentra vacío, aunque cercano a la zona donde mataron a Marta. ¿Descubriría a los traficantes de personas y por eso la atacaron?

Por otro lado, Cristina ofrece a Fernando la oportunidad de que dé su punto de vista a través de una entrevista en televisión. Sin embargo, durante la emisión entra una llamada en directo: es el asesino de Campoamargo.

Pilar es la responsable de haberse llevado a las mujeres del almacén, pero sufre un accidente con la furgoneta con las que las traslada. Cuando regresa a Campoamargo en busca de un nuevo vehículo, la policía le pide que acuda a comisaría para responder algunas preguntas. Cuando Lola la interroga, descubre que tiene más información de la que le han proporcionado y decide que pase la noche en prisión. ¿Podrán escapar a tiempo las jóvenes rusas?

En cuanto a Salva, se distancia de Paula para acercarse a Sol. El problema se produce cuando el Pincho los encuentra besándose y decide contárselo a la familia de ella, provocando que se escape de nuevo poniendo su vida en peligro.

Para terminar, Nacho le cuenta a Héctor que su madre no estuvo en casa la mañana en que la mataron. ¿Por qué mentiría Pablo?