Aunque rápidamente recupera la libertad, Paco sigue preocupado por lo que se pueda descubrir el oscuro caso en el que estuvo involucrado.

Entre tantos problemas familiares y en el trabajo, el regreso de Sara a casa es la única buena noticia y le hace muy bien a Paco.

Por otro lado, Podevilla se resiste a aceptar la hipótesis de sus amigos Kike y Curtis, de que su novia Rita no está embarazada y le mintió para casarse con él. Confundido por la duda, cercado por Rita, que acelera los preparativos de la boda y retenido por sus amigos que le aconsejan que pida un test de embarazo, Podevilla busca retrasar todo lo que pueda los acontecimientos.

Mariano, obsesionado por demostrar su valentía, acepta una peligrosísima misión: infiltrarse en una prisión para sacarle información a un asesino psicópata.