El responsable de buscar la vivienda no es otro que Mariano, que va a parar a un apartamento que se encuentra enfrente de la casa de Inés, su ex pareja. Durante la misión, el testigo se muestra muy nervioso por el juicio, por lo que los policías deciden darle unos tranquilizantes.

Por otro lado, cuando Paco le cuenta a su mujer que tendrá que ausentarse del hogar un par de noches para trabajar en una misión secreta, Lola enseguida piensa que su marido tiene un romance con otra mujer. Sin embargo, su hija Sara no puede ni siquiera imaginar que su padre le sea infiel a su madre, por lo que decide investigar. Para averiguar dónde se encuentra Paco, le pide ayuda a Coque y Gabri.