Finalmente, Tino dirá que sí y al frente del equipo de baile se pondrá Chus, que perderá los papeles y empezará a malgastar el dinero que necesitan para poder concursar.

Lola encuentra una oportunidad para montar un tarot medieval para echar las cartas a los visitantes. De repente, sus premoniciones se cumplen y empezarán a pensar que realmente tiene poderes.

Sandra recibirá un mal de ojo al no creer las capacidades de Lola, mientras Rubén y Ángel desembarcan en Suiza para empezar a trabajar en el hotel. ¿Es realmente el trabajo que les habían prometido?